siempre me he sentido como un alguien fuera de su tiempo
irreverente , terca , siempre fluyendo en sincera locura
me miro en el viento , me encuentro en la primera chispa de
fuego de una fogata , estoy en ese azul , que no puede ser
diluida , sé que yo ........
Hace tiempo
que marché de muchas partes
abandonando los desiertos de mi alma ,
encarcelé por ratos soledades
en el marasmo burdel de la constancia .
Y en el páramo de las turbias sociedades
aposté en un rincón su costal de intolerancias .
Alenté lo precóz de mis ideas
y fuí YO en medio de ambiguedades ,
dejé en el perchero temores y costumbres
y me colgué en el brazo a un amante ;
desterré impiadosa mi sostén de encaje
y solté mis pechos libres caminantes .
Cual erguidos capullos de trovas bamboleantes .
Dormité en las cuencas de alguna tarde
en el ombligo incierto de un minuto ,
monté a mis sueños en litios unicornios
y los asuzé sin riendas por el corral del mundo
sin las prisas censuradas de lo absurdo .
Me abrigué de besos , me preñé en sonrisas
probé alguna vez la fruta de tu sexo
comí y bebí de los momentos
y te convidé sin actas de la mesa de mi cuerpo ;
alimenté ojeras con desvelos
en el espejo del soliloquio inquieto .
Pero contenta de ser quien quiero
un trotamundos de lo obsoleto ,
que se baña de ausencias y adioses mordisquea
perfumada de gentes y lugares que se encuentra .
Buscando con el pasar del tiempo
un mausoléo que guarde con razón sus restos
irreverente , terca , siempre fluyendo en sincera locura
me miro en el viento , me encuentro en la primera chispa de
fuego de una fogata , estoy en ese azul , que no puede ser
diluida , sé que yo ........
Hace tiempo
que marché de muchas partes
abandonando los desiertos de mi alma ,
encarcelé por ratos soledades
en el marasmo burdel de la constancia .
Y en el páramo de las turbias sociedades
aposté en un rincón su costal de intolerancias .
Alenté lo precóz de mis ideas
y fuí YO en medio de ambiguedades ,
dejé en el perchero temores y costumbres
y me colgué en el brazo a un amante ;
desterré impiadosa mi sostén de encaje
y solté mis pechos libres caminantes .
Cual erguidos capullos de trovas bamboleantes .
Dormité en las cuencas de alguna tarde
en el ombligo incierto de un minuto ,
monté a mis sueños en litios unicornios
y los asuzé sin riendas por el corral del mundo
sin las prisas censuradas de lo absurdo .
Me abrigué de besos , me preñé en sonrisas
probé alguna vez la fruta de tu sexo
comí y bebí de los momentos
y te convidé sin actas de la mesa de mi cuerpo ;
alimenté ojeras con desvelos
en el espejo del soliloquio inquieto .
Pero contenta de ser quien quiero
un trotamundos de lo obsoleto ,
que se baña de ausencias y adioses mordisquea
perfumada de gentes y lugares que se encuentra .
Buscando con el pasar del tiempo
un mausoléo que guarde con razón sus restos
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