¿ Qué eres para la noche enviciada ?
¿ un angel que en orgasmos exonera de culpa
o el demonio creador de las tórridas ansias ?
si al desatarte oscuridad me desnudas ;
liberando en felonías la libido en tu causa .
¡ Oh descaro hambriento de volátiles manos !
de mi boca dispuesta a tu erguido camino ,
que adora la idea de la afortunada existencia
de sepultar el albañal inmundo del destino ;
con la gloria de tu orquídea atesorada .
¿ Que eres cuando impío razgas los prejuicios
e irrumpes el decoro de mis temblorosos muslos ,
atajándo el raigón de las íntimas humedades
de la tierra purgatorio de la entraña ,que azotas ;
con el péndulo faláz que atravieza soledades ?
Degradando... el juicio mio al grito insensato
en un calvario recurrente de plácidos gemidos ,
inmolando al fusionarse apremiante las caderas
a las pasiones bélicas sin tabues ni reservas ;
extirpando en embates codiciosos las creencias .
¡ Sigue pues Espartaco deshaciendo fronteras !
aliméntate de mis altivos senos ¡ acábame !
apaga tu sed con el placentero llanto
rompe la vigilia de las curvaturas ;
conquista sin pauta mi entrepierna ¡ invádeme !
Que cedo a tu honor henchido y palpitante
el profundo cóncavo de la guerra delirante ,
sin amarres , sin miserias ......con todo
¡ ámame señor amante !
¡ ámame como si me odiases !
¿ un angel que en orgasmos exonera de culpa
o el demonio creador de las tórridas ansias ?
si al desatarte oscuridad me desnudas ;
liberando en felonías la libido en tu causa .
¡ Oh descaro hambriento de volátiles manos !
de mi boca dispuesta a tu erguido camino ,
que adora la idea de la afortunada existencia
de sepultar el albañal inmundo del destino ;
con la gloria de tu orquídea atesorada .
¿ Que eres cuando impío razgas los prejuicios
e irrumpes el decoro de mis temblorosos muslos ,
atajándo el raigón de las íntimas humedades
de la tierra purgatorio de la entraña ,que azotas ;
con el péndulo faláz que atravieza soledades ?
Degradando... el juicio mio al grito insensato
en un calvario recurrente de plácidos gemidos ,
inmolando al fusionarse apremiante las caderas
a las pasiones bélicas sin tabues ni reservas ;
extirpando en embates codiciosos las creencias .
¡ Sigue pues Espartaco deshaciendo fronteras !
aliméntate de mis altivos senos ¡ acábame !
apaga tu sed con el placentero llanto
rompe la vigilia de las curvaturas ;
conquista sin pauta mi entrepierna ¡ invádeme !
Que cedo a tu honor henchido y palpitante
el profundo cóncavo de la guerra delirante ,
sin amarres , sin miserias ......con todo
¡ ámame señor amante !
¡ ámame como si me odiases !
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