viernes, 21 de enero de 2011

La cuerda ...


No existen crios ni hogar que al despojo de tributo
ni la culpa de ser causal postrero del hipócrita llanto ,
vaporosa se prevee las corrientes de marcharse abajo
compilando por las brechas algo mas de lo profano .

Desacorde la voz como débil el caudal de los clamores
ante el funesto golpe de los sentires contristados ,
la negra noche conspira con los antojos del báratro
mientras la cuerda inmensa se desliza entre las manos .

Y en los ayes del ciprés o en las amantes ramas del pecado
caera lentamente como siseo... el murmullo lejano ,
su aspereza rodeara la frágil tráquea del humano
¡ aullidos , aleteos , encendidos serán los ojos del gato !

La bruma abrigara sin burlas al espiritu del dolor liberado
ante el crujir de las vértebras sonando como ausencias ,
péndulo sera el cuerpo mecido por los aires cruzados
mientras el tiempo llega refutando los avernos contrariado .

La cuerda tensa en sacudidas caera en placideces yerta
con la siniestra pincelada de una luna entera y gélida ,
el camino abandonado abrira entonces sus puertas
para el ultimo paso del aliento de quien amó sin huellas .

¡ Ay cuerda , que sin distingos elevas a las demencias !
y deshojas sumisa la orden de quien nunca fué poeta ,
acaba pronto lo que de este desterrado ser le queda
¡ cuerda se firme , apiadate de sus incomprendidas quejas !

Sé el lazo de quien deambula en agonias por la tierra
¡ porosa cuerda amiga , sé a su piel silente enredadera !
deja las marcas sanguijuelas de tus apretadas veras
¡ como un collar de perlas a cambio de sus dolencias !

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