sábado, 12 de junio de 2010

El canto de las cigarras...


Vaga es la ascención del mensajero
que en oscuridad es éxtasis profundo ,
la soledad analítica , perfecta
en un silencio que hace culto ;
donde se ofrendan las palabras
en vasijas de un infierno absurdo .

¡ Primigenio se es cediéndose las venas !
identidad evocando los tálamos negruzcos ,
de la vida paraiso
y sus células sumisas ;
al despliegue narcisista ¡ del alma !
-para entender- con alas de humo ,
la torva sublimidad del mundo .

Los misterios se revelan solos
dentro el limbo desusado del evangelio propio ,
primitivo , puro ......... ¡ delicioso !
a orillas del acantilado ;
el valor , la fé , asoma bañado en rojos
en la hipótesis misericorde de un ser crucificado .

Y se siente ......solo se siente
sin deambular en los impurios del raciocinio ,
el acertijo semeja un desierto desnudo
de una práyala infinita , lumínica ¡ impoluta !
como el sexo del destino posado entre los labios ;
de los entes atrevidos de lóbregas eras
sin temor de sorber miserias ,
inhalando avantes en contraviento
los filos codiciosos de la tierra .

Aun de las lágrimas que queman
de los abrojos que calzan y los soberbios que
ponen fonteras ,
se versa con los alientos del moribundo
y se comprende el sonreir de las piedras ;
¡ vicio etéreo de engendrar huellas !
-escribir- con el canto de la cigarra ,
¡ la maldición sedienta de los poetas ... !

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